VIVIR SIN TIEMPO MUERTO

El Enragé presenta el último video de nuestra sección de TV sobre el centro cultural, Cross Club, una nave industrial que forma parte de la escena artística de Praga.

Cross Club from El Enragé on Vimeo.

44 Festival Internacional de cine Fantástico de Sitges.

El Enragé presenta: la crónica del Festival de cine fantástico de Sitges, avances de programación, sucesos del séptimo arte y los géneros protágonistas, de éste festival: ciencia ficción, fantasía, terror en todas sus clases y colores.

Apunte sobre el carnaval de la plaza de Madrid

Bajo una falta de  lógica y contenido, sin significado y fuerza. Una manifestación, en forma de campamento pacífico: el 15-M, una llamada de atención al gobierno que no es más que un berrinche infantil en espera de una solución: la vuelta a la comodidad, al lujo y al buen vivir, porque la clase media, que comprende a la gran mayoría de la población española está en espera de esto.

Los españoles confunden el significado de una huelga, de una manifestación y la disfrazan del significado que ellos quieren darle, pero no comprenden que carecen de profundidad, porque una ciudad que se hace llamar un “pueblo unido”, que se dice estar indignado, que se queja y que se "levanta", ¿a qué?, a esperar que se les encuentre una solución. España es un país de niños mimados. No es una sociedad que tenga la verdadera conciencia de la lucha. No es una comunidad que tenga el derecho a llamarse pueblo, o una verdadera democracia, sino una turba de imitadores sin coraje, incultos de la historia y del verdadero arrojo que exige y demanda una revolución con la  fuerza necesaria para una lucha verdadera. La solución esta en trabajar, en auto-emplearse, en subsistir, en eliminar tantas leyes sin sentido, en dar de nuevo una vuelta al pasado, entenderlo y superar esos traumas (Franco), que utilizan como un pretexto a su profunda falta de cultura y modernidad; porque para el resto de Europa, España es el país mas atrasado actualmente y su disculpa se encuentra en las heridas que  aun se están curando del franquismo. Heridas que ya  deberían estar cicatrizadas.

España, no es un país de guerreros y no sobrevivirá jamás sino termina y pone un alto a sus prohibiciones lingüísticas, sino se comprenden entre ellos, sino se reconocen como una única  nación y  sino terminan con  las fronteras que ellos mismos han puesto dentro de sus territorio, porque no se llaman españoles sino catalanes, vascos, andaluces, etc. Existen demasiadas diferencias y complejos de identidad muy grandes. Se tienen que derribar todas las barreras, los muros, que los dividen y sólo así podrán llamarse una única nación y cuando su identidad establecida esté, se podrá crear un levantamiento nacional y no un carnaval como el que se presentó en la plaza de Madrid.
 
La comunidad española debe estar indignada consigo misma, porque no se trata de qué debe de hacer el gobierno por ti, sino que es lo que uno hace por su gobierno, por su cultura, por su sociedad, por su país. Sin una verdadera comunidad  la gente nunca encontrará la armonía que necesita.

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En el “ensayo sobre la tristeza Europea”, publicado por Camille de Toledo*, cita:
El presente nos deja muy poco tiempo para pensar y tenemos mucho miedo al vacío. Deseamos tanto que nos consuelen, que nos tranquilicen, que caemos de nuevo en los brazos apacibles de las identidades plenas y orgullosas. Continuamos reclamando derechos más amplios, liberaciones más amplias y nos negamos a ver hasta qué punto la liberación (la alegría) y el desgarramiento (el dolor) son dos cantos reversibles.
*"El Haya y el Abedul”, Editorial Península, Camille de Toledo

Siempre que tenía que decidir acerca de “cómo solucionar algo”, como papeleo burocrático, financiero, escolar o de otra índole, buscaba la forma de evadir todo esto, la forma ilegal de conseguir todo esto, me refiero a “ilegal” no en el marco del soborno, sino que trataba de buscar salidas que me solucionaran las cosas más rápido, una puerta trasera que me llevara al mismo sitio que buscaba pero más corto, siempre por medio de la comodidad que supone todo lo que hacía antes, siempre podía evitar filas, tiempo, pagos, le podía dar la vuelta a todas estas cosas, cómo, pensando más rápido que el mismo sistema.

Pero desde que estoy en España, decidí probar la forma legal, la manera de hacer todo claro –“el pan ajeno hace al hijo bueno” dirían unos cuantos –todo papel que se necesite para mi subsistencia, para poder andar por la vía libre, para trabajar, radicar y ha sido una temporada completa de complicaciones, citas, angustias, papeles antes del papel, sellos, certificados y todo esto en no menos de tres o cuatro años, qué mentiras se pueden vivir dentro de la burocracia, qué engaños nos mantienen cuando creemos que hacer las cosas por la vía legal puede suponer una ventaja y no siempre es así.

Por ejemplo, para obtener la nacionalidad española: todo comienza con una cita que se tiene que solicitar meses antes, en la cita deberas ciertos papeles que deben ser revisados y cotejados para ser enviados a otra oficina que después te contactará para pedirte que lleves otros papeles a una nueva oficina y después tendrás una entrevista con la policía, ésta dará el visto bueno de si eres un “ciudadano merecedor de la nacionalidad española”, después tus datos se van a otra oficina y allí te llamarán en unos cuantos meses para que te dirijas a jurar lealtad al Rey y al Presidente español, pero cuáles son las ventajas de ser nacional. No lo se. Lo desconozco.¿Vale la pena vivir aquí?

Las puertas para los inmigrantes no están abiertas como se cree, no existe el libre tránsito, la posibilidad de existir está, pero bajo sus leyes, bajo sus creencias, bajo sus dictámenes, su burocracia.    

Ahora me encuentro atascado, tratando de obtener un ridículo permiso de manejo, en México lo obtienes como el que compra una Coca Cola en una máquina expendedora, pero aquí no, examen teórico, práctico, oportunidades y para qué, no lo se.
 
Por eso, apruebo la manera en no hacer las cosas como se supone que deberían de ser, todos aplauden por este pensamiento, pero aquí (España), no existe quién se atreva a buscarlo, los españoles son moldes bien formados, acostumbrados, organizados y más allá ignorantes, totalmente ignorantes, a lo que el gobierno les ha hecho, en lo que los ha transformado.

Y por qué de todos los países europeos nos tenía que conquistar el peor de todos.

A España que le den por culo.

Del gran pesar social y la nostalgia que ahora existe por lo clásico, la falta del espíritu bohemio, donde culpamos a  las grandes empresas que toman el control de la mayoría de los comercios; cafeterías, bares, restaurantes, tiendas de ropa, música u otros productos; y es divertido encontrar lugares que sobreviven y que se mantienen en pie, que aun no entran al entorno  comercial "rádical", “underground” y "cultural" de lo "alternativo", actitud muy común de la juventud moderna, y el mercado utiliza esto para absorber al que se deje.

Éste, es  el caso de uno de los cines de Valencia, el Cinestudio D´Or, lugar que sobrevive por el público, por la audiencia que fielmente asiste a esta sala, ya sea por el bajo coste de la entrada o porque puedes ver dos películas pagando sólo una; aunque la programación que ofrecen varía entre lo bueno y lo malo y siempre son reestrenos, cintas que pasaron por la cartelera comercial meses atrás.

El público en su mayoría, gente de la tercera edad, jóvenes que buscan una alternativa y uno que otro curioso que intenta esconderse de lo monótono de la ciudad de las naranjas.

Ubicado en uno de los barrios más elitistas y caros de la ciudad, Cánovas, con una gran vida nocturna, hecho para “ejecutivos”: oficinistas que emulan drásticamente a Patrick Beatman (American Psycho), pero en versión valenciana.

Este cine, pasa a ser parte de una visión que en algunos otros países como México existió. Los grandes complejos Cinemex y Cinépolis tomaron, y no por sorpresa, las salas clásicas mexicanas.


Y hoy día, el Cinestudio D´Or, es la muestra del aumento de la crisis en España, ya que unos meses atrás las sala tenía menos del 60% del aforo y ahora rebasa la cantidad de público, esto, por los altos costes de entrada que tienen las salas comerciales. Con una cartelera que cambia semana a semana, un día del espectador y la oportunidad de ver dos películas por el pago de sólo una entrada, este cine no se quedará en la memoria como muchos otros, sobrevivirá y seguirá.

Un viaje por el metro en Valencia, no suele ser una aventura como lo es o como suele ser en México; un carnaval lleno de floclore, donde se siente la incertidumbre, la deseperación, la pobreza y en especial: la supervivencia. A lo mucho puedes ver gente que de un estilo a otro, razas distintas y géneros
muy variados. Te encuentras con los pies negros, los punks españoles (realemente son una broma) o los antisistema con sus ropas holgadas, trapos por todas partes y una actitud totalmenre retadora, 'radicales' en apariencia. Son los kliches del kliche, son una parodia de un sistema que sabe funcionar perfectamente con o sin ellos.

Línea: siento una radical antipatía por los radicales.

Cómo es que la nostalgía de un momento a otro te puede alcanzar tan rápido, cómo es que a veces un lugar puede cambiarte por completo y regresarte a lo que eras antes, llevarte por los caminos que tantas veces transitabas y que nunca los apreciabas; cuando lo volví a hacer, cada paso, centímetro que crucé significaba algo, a cada persona que toqué la sentí y a cada idea que alguna vez perdí, regreso.

Cómo es que nunca entendí esto y de repente lo siento de nuevo, quisiera regresar y estar ahí, sé lo mucho que pierdo, sé lo mucho que tengo y todo es un mar de dudas, una laguna negra sobre qué esta pasando, estar ahí significa otras cosas, otra vida, estar aquí, es totalmente diferente, es trabajo interno, tener la mente ocupada para no volverse loco, para no querer volver, para no desear; se trata de volver a soñar, de tener esa pasión que llena, que satisface, de poder reír. Anhelo los sábados, los domingos, las escapadas por la noche, las perdidas, las derrotas, todo lo que está ahí. Pero a la vez aquí hay una oportunidad, hay otros caminos, sólo que el mapa es difícil, sólo que no hay una guía y es una gran tarea encontrarla.

Hasta ahora no dejo de pensar en lo que hay detrás y no entiendo por qué nos aferramos al pasado, por qué es tan extraño salir de nuestro paso, los verdaderos situacionistas estarían halagados, pero ¿puede  más la costumbre?, sí, creo que sí.

Aquí con poco que decir, halla con la cabeza y la libertad revueltas.