Decir si y no, es siempre demasiado difícil, al igual que hacer y no hacer. Elegir por elegir me pone siempre en un camino con demasiados conflictos, el remordimiento de conciencia es demasiado acosador y terminas haciendo cosas por el simple hecho de no quedar mal o hacer sentir mal a alguien o porque sabes que es importante para esa persona.
Pero y TÚ dónde quedas, dónde está mi derecho de libertad, dónde está mi derecho a elegir, malditas sean esas situaciones, maldita sea el hacer las cosas por los demás, maldita sea la debilidad de uno por no ser fiel a sus decisiones y los deseos de uno. Por qué siempre terminamos en el lugar en el que no quería estar, por que no puedo disfrutar las cosas, se que decido una cosa y lastimo a alguien o quedo mal con alguien o termino en otro camino.
La verdad es, que he preferido intentar hacer bien a todos, no quedar mal en una cosa o en otra, no sentir ese remordimiento de conciencia, estoy cansado de que alguien me diga, “te estuvimos esperando” “qué onda si llegas” “vamos, es tú familia” “siempre los ves a ellos, veme a mi”.
Llevo 25 años de mi vida siguiendo patrones que no me gustan y no se porqué…
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